ANTES DE
Hoy la propuesta es antes de hablar escuchemos, antes de criticar examinémonos , antes de escribir pensemos, antes de herir sintamos, antes de rendirnos intentémoslo, y antes de morir vivamos.
Tomarnos unos instantes para pensar antes de hablar, hacer, decidir, contestar, preguntar… es hacer esa pausa que nos permitirá cometer menos errores. Sin embargo, la prisa, la ansiedad del diario vivir nos lleva a correr y equivocarnos constantemente.
Solemos hablar unos por encimas de otros, sin detenernos ni si quiera a escuchar. Quien escucha pone todos sus sentidos en la atención de quien habla, de esta manera se brinda en un cien por ciento a su interlocutor, y genera la empatía necesaria para que haya diálogo.
La crítica una herramienta fundamental para construir y revertir problemas, sin embargo, algunas veces somos muy críticos con los demás, pero cuando llega la de mirarnos al espejo entonces somos mucho más benevolentes. Por eso antes de criticar es muy importante analizarnos a nosotros mismos, sí lo hacemos entonces la crítica tendrá otro efecto.
Herir a los demás es algo frecuente y común, no precisamente con intencionalidad, algunas veces lo hacemos porque ni siquiera nos ponemos en el lugar del otro, o simplemente no nos atrevemos a sentir y entonces nos volvemos insensibles, y poco podemos comprender lo que al otro le pasa.
Y en esas decisiones que tomamos equivocadas son las que nos llevan a que los fracasos pesen en nuestras espaldas, y nos hagan el camino menos llevadero. Y en algún momento estamos a punto de aflojar y de tirar la toalla, porque todo parece perdido.
Por eso antes de echarnos a morir la propuesta es vivir, es comprometernos con lo que deseamos, arriesgarnos por lo que soñamos, disfrutar de lo que hacemos, compartir lo que nos hace felices con quienes nos rodean, y respirar profundo porque estamos vivos.
Hoy la propuesta es antes de hablar escuchemos, antes de criticar examinémonos , antes de escribir pensemos, antes de herir sintamos, antes de rendirnos intentémoslo, y antes de morir vivamos.
Andrea Calvete