EL ARTE DE APRENDER

A prender es una arte que requiere de una vida, en el que lentamente vamos ampliando el caudal, limando asperezas, puliendo imperfecciones, para así tallar ese ser en el que nos vamos transformando producto de los años y las experiencias. Como todo arte, requiere de precisión, esfuerzo y de paciencia, de esmero y sacrificio, de pasión y compromiso, porque nada se logra de la noche a la mañana, es un largo camino que vamos recorriendo y ampliando el horizonte. Tropezamos tantas veces con la misma piedra, incurrimos en reiterados errores, equivocamos el camino, pero indudablemente de cada suceso vivido vamos aprendiendo, vamos creando conciencia y adquiriendo conocimiento, vamos tallando ese ser imperfecto para transformarlo gradualmente. La fuente inagotable del conocimiento es la que nos lleva a mantenernos vivos, productivos, enérgicos, interesados por algo que en definitiva hasta ahora no sabíamos. Sin darnos cuenta de cada suceso en la vida vamos aprendiendo, aún de los más...