INMINENTE PARTIDA

Pararse frente a una inminente partida es como asomarse a un atroz abismo en el que una sensación de vacío nos interpela. La muerte se viste de gala y con prepotencia se asoma ante la vereda de una posible víctima a la que sin demasiado reparo se lleva. De igual manera sorprende a todo a quien la rodea, pues la arriba de improviso y deja un sabor amargo y agrio, mientras se desliza audaz y despiadada. Desde luego, que por más que la evitemos sabemos en algún momento nos toparemos con su desagradable presencia. Con sus ropas negras y ajustadas camina con su guadaña en busca de su próxima víctima, repta artera por los oscuros parajes de la soledad y el miedo, lentamente va tocando las puertas de todo el que de alguna manera se muestra vulnerable ante ella. Igualmente, no respeta tiempos, ni motivos, cuando se le antoja dice: “ Llegó la hora vamos” Y así quedamos boca abiertos porque nos lleva a los seres más queridos, a los que necesitamos a nuestro lado, no le importa c...