VOCABLOS OLVIDADOS

Algunos vocablos se esconden detrás de ese sinfín de cosas que hacemos, se enmascaran debajo de nuestros miedos, de nuestros fracasos hasta que pronto parecen olvidarse y quedan allí dormidos. ¿Por qué los resignamos y decimos no es posible luego de esconderlos en ese lugar perdido y profundo? Después de mucho andar, de tropezar y caer, algunas veces ya cansados empezamos a negarnos posibilidades, más aún luego de varios intentos decimos: “Esto no es para mí, es mejor tomar otro rumbo”. Es cierto, que en ocasiones es necesario cambiar la dirección, pero algunas veces ese cambio es producto de la resignación, de la desilusión y falta de entusiasmo, sin agotar las posibilidades verdaderas. Cuando uno no agota las posibilidades, queda el sabor de la duda, que con el tiempo suele aparecer para cuestionarnos, interrogarnos, y entonces frente a ella no sabemos qué responder, más que: “No tuve agallas, o me di por vencido”. Los vocablos olvidados por resignación, por bajar los brazos sue...