FABRICANTE DE RESPUESTAS

En un acto reflejo elevó su mirada al cielo, se perdió entre las nubes en busca de una respuesta. Navegó entre los recuerdos, saltó entre las risas de su infancia, caminó por las orillas de sus relaciones, y buscó entre los anaqueles de sus afectos, así se deslizó entre nubes vaporosas llenas de encanto y magia hasta llegar a un nubarrón que amenazaba con tormenta. Las tormentas también tienen sus encantos, los contrastes del cielo son impactantes, permiten transitar por esas divergencias conmovedoras que son los que marcan esos quiebres o puntos de inflexión. Si bien la armonía suele ser parte de la paz de nuestros días, algo de sal y de pimienta también son necesarias para sentir que nos corre sangre por las venas, o que nuestro pulso aún sigue latiendo. Así la tormenta que avizoraba si bien le generó un nudo en su estómago, le produjo un cosquilleo cargado de emoción, entonces con el impulso renovado se dirigió hacia el ojo de la tormenta. Paralizado ante aquella imagen majestuosa...