EL VALOR DE LAS COSAS

¿Damos el justo valor a lo que día a día nos ocurre? ¿Valoramos todo lo que es sustancial en nuestro diario vivir, somos capaces de apreciarlo? En un mundo en el que todo se comercializa, es lógico que el valor en sí sufra una devaluación. Así sentimos que se devalúan los afectos, las relaciones, las promesas… y flotamos en una esencia que nos deja dudas y cuestionamientos. Quizás en el proceso mismo del cambio se de la respuesta, pero es necesario parar unos instantes para ver por qué ciertos acontecimientos ya no tienen valor, no tienen sentido, y entonces nos preguntamos: ¿Por qué la misma sombra que fue fresca y tranquilizadora ahora nos sofoca y oprime? Cuando hablamos de devaluación entra en juego el tema de revalorización, de cambio de perspectiva, de dar el justo valor a lo que nos pasa, a lo que sentimos y creemos es lo mejor aquí y ahora. Si bien el pasado forma parte de nuestros días, y el futuro de nuestros deseos y expectativas, lo cierto es que el momento que vivimos minu...