PROBLEMA CHICO PARA EL MUNDO, PERO GRANDE PARA MÍ

Un problema chico para el mundo, pero grande para mí. Así solemos dimensionar lo que nos ocurre y nos damos de narices contra lo que nos angustia o preocupa, sin embargo, es algo que ocurre comúnmente, aunque “mal de mucho consuelo de tontos” Cabe preguntarnos: ¿Vale la pena dejar pasar nuestros días enredados en esas situaciones que nos amargan, entristecen o desaniman? El tamaño de la letra de los problemas es algo personal y varía según cada individuo. Probablemente lo que es un problema para vos no lo sea para mí y viceversa. Aunque el hecho de ser así no aliviana lo que sentimos, el problema está allí y como en todos los órdenes de la vida, “lo que mucho ocupa termina por preocupar”, es así que de pronto problemas que parecen insignificantes pronto incrementan su tamaño hasta que toman cierta entidad. En nuestras familias, trabajos, en la sociedad, en la política, sucede exactamente lo mismo, lo que comienza a ocupar un lugar significativo termina por convertirse en un problema, e...