DOLCE FAR NIENTE

“El dulce no hacer nada” de origen italiano, los uruguayos lo hemos heredado como parte de nuestra idiosincrasia, como un hábito que nos identifica. Y no significa literalmente, no hacer nada, sino disfrutar y compartir placenteros momentos con amigos, deleitarse con una rica comida o de vivir situaciones gratas. El “dolce far niente” nos invita a saborear la pausa, a entrar en contacto con “aquellas pequeñas cosas” como diría Serrat, que nos dejaron tiempo de rosas. Como muchos uruguayos somos descendientes de latinos hemos incorporado muy bien este dicho, y disfrutamos de una caminata por la rambla, de tomar mate bajo la sombra de los árboles, de una partida de truco, de un vino, del sol, de una rueda de una cerveza bien fría, de un café, de una rica comida…, pero siempre encontramos ese rato para hacer una pausa. Aunque creamos que no es necesario tomarnos esa pausa para “ese dulce no hacer nada”, estamos equivocados, es parte del diario vivir, de ese poder compartir los her...