RECIPROCIDAD

La reciprocidad no se espera, no se pide, ni añora, surge espontáneamente en forma genuina y sincera. Es un nexo que se construye desde el corazón, desde el latir del amor en un acto de ser y estar en sintonía. Quien busca reciprocidad pierde su tiempo y energía, pues ella surge sin necesidad de esperas, sin pedidos o reclamos. Algunas veces nos decepcionamos porque la reciprocidad no aparece, sin embargo, no es cuestión de decepcionarse o alegrarse, de buscar explicaciones o interpretaciones, cuando no surge hay que continuar el camino, respirar hondo y comprender que no era el momento, lugar o persona indicada. Es una falsa creencia esperar que los demás actúen con reciprocidad, lo harán o no, no todos somos iguales, y a su vez transitamos momentos y situaciones diferentes, por lo que algunas veces la reciprocidad sigue de largo, y por más explicaciones que busquemos pasa y toca otra puerta. La reciprocidad se siente, se exterioriza sin pensar, sin cuestionarse nada, sin calcular o m...