¿QUIÉN HA CAMBIADO, ÉL O YO?

Sus miradas se cruzaron, pero el fingió no la haberla visto. Ella impactada tragó saliva y continuó caminando, se preguntó mil y una vez por qué negar lo que va más allá de lo explicable. Si fuera tan sencillo responder todos los porque las preguntas perderían solidez y los cuestionamientos pasarían a ser carentes de importancia. Pero allí estaba absorta en el desconcierto “¿Quién ha cambiado, él o yo?” se preguntaba con los ojos llenos de lágrimas. Esta pregunta puede ser el disparador del comienzo y fin de una pareja, de una sesión de terapia, de un día gris que parece no tener salida y nos agobia preguntado como si fuera muy fácil dar respuesta, pero no lo es, porque es un gran desafío aceptar los cambios, nos cuesta asumirlos e incorporarlos a nuestros hábitos de vida. Así como este simple encuentro se suceden a diario muchas situaciones que no llegamos a entender, que nos dejan perplejos y por más que busquemos encontrar una respuesta no se la hallamos. No es fácil pararse e...