¿CÓMO EVITAR LA SEGUNDA FLECHA?
Una antigua parábola budista nos acerca al dolor que nos causan ciertas situaciones. La primera flecha es la que provoca el dolor, sin embargo, está en cada uno no disparar una segunda flecha sobre la herida inicial, porque allí es que surge el sufrimiento. Cuando decidimos juzgar lo que nos ha sucedido como un suceso negativo y nos quedamos estancados en ese dolor mental, dejamos que los pensamientos y las emociones negativas tomen el timón del barco, y así a mal puerto vamos por agua. Cuando no aceptamos las cosas como son, nos trancamos en el sufrimiento y el dolor no se alivia. Entonces comienzan las repercusiones en nuestro organismo: dolencias, malestares, enfermedades, porque todo parece estar desbalanceado. Esta parábola nos invita a que dejemos pasar esa segunda flecha, pero sin ignorarla, en un proceso de aceptación de lo sucedido. Las emociones vienen hacia nosotros como una flecha. Pero en lugar de dejarnos golpear por ella, simplemente observémosla. No la juzgues, no la ni