EL CAMINO DE LA VERDAD
El espíritu de la verdad camina por entre las calles empedradas, mientras un carruaje se pasea bajo una noche estrellada en el Sena, las campanas de un reloj a lo lejos son el marco ideal para que las preguntas se establezcan y vaguen entre los hombres que habitan sus calles perfumadas por preguntas en busca de respuestas. La cúpula celeste de las emociones visten los más fervientes deseos, descalzos caminan quienes han decidido despojarse de preconceptos para unirse con humildad y entereza al trayecto. No es fácil dejar atrás el ego que nos habita, las pasiones que nos corroen, o los misterios que no alcanzamos a develar, sin embargo, allí estamos en un intento por continuar la búsqueda. ¿Un propósito de vida, un objetivo inalcanzable, un imposible disfrazado que nos guía, un simulador de situaciones, o quizás una búsqueda intensa, profunda y desmedida? Todas preguntas que nos interpelan en el camino de la verdad, a la que luego de estos y otros cuestionamientos damos cabida al esp