VUELO DESEADO
Detrás de cada gesto, cada palabra, se esconde esa persona que nos habita, algunas veces poco conocida, otras tan predecible que nos aburre con sólo mirarla de reojo. Todo está allí para que con paciencia profundicemos hasta encontrar el modo de mantenernos armónicos. Sin embargo, no siempre los vientos soplan a nuestro favor, circunstancias ajenas y otras bien nuestras nos sopapean sin problema, a esta agresión inesperada se suma esa sensación de asfixia que se produce cuando las relaciones personales comienzan a deteriorarse por falta de oxígeno, es como si las hojas de nuestro árbol fueran perdiendo su savia. Es posible que las personas más dependientes precisen que les controlen más de cerca , pero aquellos que aman su libertad cuando alguien los comienza a presionar demasiado, los invade esa necesidad de huir hacia el universo de sus posibilidades sin que le quiten ese aire tan valioso que los oxigena. Aunque por diferentes y múltiples razones no es sencillo escapar de ci