NARANJO EN FLOR

La mañana gris se pierde en la calle del hastío, deambula por promesas lejanas, mientras una melodía melancólica se perfuma con las flores de un naranjo. Tose la brisa, carraspea para aclarar su voz engrosada y áspera. Bebe de una copa colmada de recuerdos y se eleva hasta los adoquines de su camino. Hoy no es un buen día para cuestionamientos, no hay lugar para los reproches, o para los quizás o tal vez, la monotonía le agobia de tal manera que la inercia lo abraza dejándolo casi maniatado en una inmovilidad incómoda. Las ráfagas de los naranjos en flor le animan, pero pronto la molestia persiste. Dolorido, sin pensamientos camina por entre los naranjos en flor, embriagado por su perfume continúa, no quiere detenerse, se deja anestesiar por el dulce aroma, mientras los recuerdos se mezclan con gotas de melancolía y tristeza. Las sensaciones inmutables se paran frente al naranjo que lo vio crecer, sin ánimo se encaminan como autómatas, saben reaccionar frente a cada acto, están p...