El desorden en un señor que habita en los cajones, roperos, estantes, trabajos, en los días… en la vida misma. Es parte de ese Universo en el que reina la armonía, el orden, pero también contraviene el caos. Hay muchas personas que en forma innata son sumamente ordenadas en todo lo que hacen, desde sus tareas domésticas, sus estanterías hasta su trabajo metódico y meticuloso. Otras sin embargo, más bohemias hacen caso omiso a los horarios a rajatabla, al orden en sus comidas o en su vida personal. Más allá de las apreciaciones personales, es claro que lo que le da resultado a una persona para vivir en forma armónica no es lo mismo para otra, entonces ese orden personal cada uno lo hallará en la medida que encuentre una forma de llevar su vida de la mejor manera. Sin embargo, ciertos días todo se nos pierde, no parece estar en su sitio y por más que busquemos no aparece, porque sin querer lo pusimos distraídos en un lugar que no era su sitio habitual, producto de nuestras preocu...