PRESAGIO
El vuelo de las águilas se pierde en el camino mientras las campanas bailan con los sonidos del viento, le cantan al olvido en un viaje de ida. Es posible que no haya marcha atrás, como en la vida misma, lo que viene está por delante. Nubarrones grises contrastan con los trozos de cielo despejados que se cuelan en la escena, quieren hablar, comunicar algo, pero las campanas siguen ensimismadas cantando al olvido que ha quedado rezagado en un rincón húmedo y raído a la espera de que alguien les quite el polvo. “Del polvo venimos y en polvo nos convertiremos”, ese mismo polvo que día a día al barrer o sacudir el mobiliario aparece. Polvo sobre el que existen tantos enigmas por develar, así continúan las campanas repiqueteando por lo bajo, y las águilas por lo alto planeando como un presagio. Es un viaje de ida lo que las impulsa a aproximarse a ese olvido maquillado por los años, transfigurado por esperas, confundido por los desengaños y desencantado con la risa falsa de quienes lo...