¿SOMOS CAPACES DE DECIR NO, BASTA?

Palabras que dicen mucho, otras no tanto, frases que nada agregan, algunas carentes de contenido, y en el fondo un bullicio que invade para mantenernos rehenes de un sistema nos invita a consumir en forma ilimitada y a no ser dueños de nuestra propia existencia. Una verdadera paradoja cuanto más posibilidades tenemos de satisfacer nuestras necesidades, más insatisfechos estamos.En el fondo, el mismo consumo nos llena de vacío, de cosas superfluas que en definitiva no nos aportan demasiado, pero nos quitan tiempo y energía vital. Gran parte de la vida concedemos nuestra energía y tiempo a personas y situaciones que no lo ameritan, simplemente son parte de lo que sucede a nuestro alrededor, lo que no significa que debamos involucrarnos. Sin embargo, lo hacemos, de allí tantos desencantos y desilusiones, al zambullirnos en un mar que quizás sólo con caminar por la orilla alcance. El camino está lleno de inconsistencias, de incongruencias… aunque, no por eso detendremos el paso, po...