EL PLANTASUEÑOS

En una noche iluminada por las estrellas, decidió plantar sus sueños, beber los vientos de la esperanza e impregnarse del perfume de los días. La luna con su sonrisa cómplice y blanca plateó sus ideas. -La siembra debe darse en terreno fértil, con trabajo y esmero para que la semilla germine y crezca. ¡Qué mejor momento para poner manos a la obra!- pensó, mientras se dejaba seducir por los cabellos grises del invierno. Así fue introduciéndose de a poco en los pendientes, en esos sueños que habían quedado a la espera, escondidos. Con renovado esfuerzo, le puso pienso, compromiso e ilusión a los sueños que estaba por plantar. Era cuestión de mucha perseverancia si quería enfrentar los contratiempos y las adversidades. Dispuesto a plantar sus sueños se zambulló en la imaginación y nadó por la creatividad, saboreó copas dulces y amargas, escuchó la música de la naturaleza y recorrió la textura del tronco del árbol sobre el que había erguido su vida. Sin quererlo llegó hasta un estanque do...