EL DOLOR Y SUS ADAYACENCIAS

Guernica- Piccaso Bicho caprichoso con ojos dorados, se desliza artero, repta entre los umbrales de las sensaciones, jadea a su rimo, desafía a todos los estados anímicos. Pulsea el humor de las personas a la que enfrenta. Hábil contrincante amanece entre las grietas los pensamientos, las articulaciones y los huesos. Así se instala lentamente hasta que se hace compañero de ruta. Dicen que más vale estar solo que mal acompañado, pero es un personaje detestable al que nadie llama o busca, y si lo hace fue por mera fatalidad. Como todo en la vida uno se va acostumbrando a convivir con él, lo mira de reojo y ya sabe sus maléficas intenciones. Tiene la habilidad de cambiar el semblante de las personas, de transformar esa aureola de armonía en una suerte de inquietud molesta hasta que finalmente es posible continuar a pesar de su indeseable presencia. Existen infinidad y variedad de dolores, físicos, emocionales, sentimentales, mentales, pero más allá de su manera de hacerse prese...