CRÓNICA DE UN DICIEMBRE QUE SE VA

Los últimos días del año parecen encontrarse en el medio de una batahola, el tránsito a prisa y agresivo se desliza por la cuidad, la impaciencia habita las veredas en medio de largas colas porque un paro sorpresivo del servicio de combustible ha dejado las calles congestionadas, a esto se le suman los desvíos y los pozos señalizados por arreglos. Transitar por Montevideo se pone complicado y hace que los minutos y la paciencia tengan que triplicarse. Se acerca fin de año, las fiestas, y aparecen los pendientes con su luz roja, los compromisos saltan de la galera, y las frustraciones sonríen para provocar su último impacto. El clima confabula inestable con días fríos para esta época del año, con madrugadas y noches con temperaturas muy bajas, parecería que la primavera no quiere irse y el verano próximo se rehúsa a llegar. Estos cambios tienen a mucha gente enferma. Es lógico también que llegan estas épocas y quien tiene un negocio quiere hacerse un pesito, pero son millones lo que ...