¿DÓNDE, CUÁNDO Y CÓMO ENCONTRAMOS LA PLENITUD?
Una pregunta sencilla pero que a la vez encierra múltiples respuestas que serán el punto de partida de un camino, de una intersección, de un punto de inflexión, o quizás de esos pasos que damos día a día por avanzar. La plenitud viene de la mano de gozar con totalidad e integridad, de nada sirve si tímidamente decidimos aprovechar a medias un día de sol, de lluvia, de trabajo, de amistad o de familia. Cuando intentamos disfrutar cada momento al máximo, posiblemente aparezca la plenitud a esbozar una sonrisa en nuestro rostro. En gran parte su aparición depende de la búsqueda personal que cada uno hace o se propone en el afán de sentirse mejor con los demás y con uno mismo. Seguramente si la buscamos con fervor, deseo y anhelo la alcancemos, sencillamente será cuestión de establecer prioridades, metas y valores que serán el punto de partida para encausarla. De nada servirá nuestro deseo o anhelo, si no realizamos pequeños esfuerzos por conseguirla. Cosas simples, sencillas que hagan d