Este proverbio muy antiguo, hace referencia a los planos desde dónde surge la ayuda y cómo podemos sentirnos al recibirla. Un terreno en el que aparecen la palabra solidaridad y caridad, que si bien tienen por fin ayudar a un semejante, lo hacen desde diferentes lugares. Para la religión católica, la caridad es una de las tres virtudes teologales – fe, esperanza y caridad-. Esta última implica amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos. Y la caridad desde aquí se entiende como un acto de amor hacia Dios, aunque muchas veces en el día a día percibo que es un acto más próximo a cumplir un con un estar bien consigo mismo, olvidando el real destinatario de este fin, que en última instancia es el necesitado, más allá de cualquier creencia religiosa. Y caridad se define también como la limosna que se da, o auxilio que se presta a los necesitados. Quizás esta última acepción sea la que da lugar a este proverbio africano que dice “que la mano que da está po