Brillar día a día, ser luz del propio camino es un desafío permanente, en el que nos deslizamos y transcurrimos más allá de concretarlo. A través de reiterados intentos pretendemos flotar dentro de una mar lleno de olas, en la que se hace difícil mantenernos sin ahogarnos. Y aunque parezca una gran paradoja no se brilla sin oscuridad. Esos grandes contrastes que se producen en nuestro diario vivir son los que nos permiten aprender, sorprendernos, enriquecernos a través de esas situaciones que nos ponen a prueba, que hacen sacer nuestras luces y sombras, en donde en los momentos más oscuros surge esa luz que es capaz de brillar aún en nuestra más profunda oscuridad. Es que somos esa dualidad misma en la que el brillo contrasta con la oscuridad, en la que lo peor de nosotros se enfrenta a lo mejor, y de ese enfrentamiento dual surge nuestra verdadera esencia. Habitualmente, solemos negar nuestros defectos nuestras partes oscuras. La sombra es un lugar donde no llega l
La paciencia dice un viejo proverbio que es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces. Quizás su amargura radique en poderla llevar a la práctica justamente en momentos que se hace muy complejo hallarla y casi imposible preservarla. Por lo general, cuando un problema nos supera, una enfermedad nos aqueja, lo primero que se nos recomienda es tener paciencia, de modo de no perder la razón, la calma, y la armonía en nuestros días. Precisamente, cuando estamos mal por cualquier motivo nos desestabilizamos, y es como un gran círculo vicioso del cual se hace muy difícil de salir, porque parecería que todos los problemas se van encadenando. Para poder desarrollar la paciencia, primero debemos asumir lo que nos sucede, comprenderlo, para después buscar la manera paciente de continuar lo mejor posible. Pero para llegar a este punto debemos analizar dónde estamos parados, y por qué hemos arribado hasta aquí, qué es lo que ha sucedido, para entonces tener en claro qué dirección
Si bien talento y carácter son dos rasgos de las personas muy relacionados, se desarrollan en distintos ámbitos, pero se complementan dando lugar a seres únicos. El primero, heredado, camina acompañado de la paciencia, la constancia y la perseverancia. Es una aptitud que se manifiesta de la mano de la inteligencia emocional, de modo que su desarrollo se irá cultivando lentamente. El segundo, no es fácil de domesticar o moldear, pues se presenta en los momentos en que más nos alteramos o nos salimos de si, y es en estas situaciones donde se manifiesta con absoluta libertad de expresión, salvo en aquellas personas que tienen un gran poder de autocontrol, y aún en las situaciones más complicadas reprimen lo que sienten por no dejar aflorar lo que en ellos ocurre. El carácter es un componente que nos individualiza, relativo a nuestra forma de ser y al modo que nos comportamos. Y también se ve influenciado por el ambiente, la educación, la cultura y el entorno social en el que el indivi