CUANDO DE RECONCILIARSE CON LOS DÍAS SE TRATA

Llora y ríe, la nube de los días está presente. Se viste de lo que no fue y pudo ser, pero no encuentra lo que busca. Cree, sueña, imagina, buscan un sentido, un porqué. En esa vorágine de las horas continúa su marcha, le duele pensar, sentir. Se refugia en algún recuerdo escurridizo, lo toma de la mano mientras el aquí y ahora se alejan como dos desconocidos. El aire perfumado por lavandas y romeros le trae tranquilidad y sosiego, le permite detenerse unos instantes bajo las nubes de este día esplendoroso que camina sin impedimentos. Cuando de impedimentos se trata somos unos de los peores obstáculos por momentos, en una suerte de muro de contención, nos aferramos a cuestionamientos, preguntas, y quedamos estancados en ese vaivén en el que no logramos tomar una decisión. Llora y ríe, la nube de los días está presente. No es posible evadirse de lo que aquí ocurre, por más que lo intenta allí está haciendo frente a lo que de alguna manera no le es posible solucionar. Se le escap...