LA PUERTA QUE NUNCA SE CIERRA- II
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgts-porfmyqlmWZgq4SX_aDsB-nBQH2hihfwqmdHzJZpzsDrDg_wk2kFpFBzmCParwHjwvbAzuZALyODyJzA2EL4voZlz9-89rS-HBgsy2-B08jNh-fKpTne4dGw7KcDlIPmrCl7ce5mM1/s320/puerta+que+nunca+se+cierra.jpg)
Más lejos o más cerca, tocamos esa puerta que nos conduce hacia nuestro yo más profundo. Por momentos cercana y en ocasiones tan lejana que al mirar nos sentimos perplejos y confundidos. ¡Qué extraña contradicción conocernos y desconocernos al mismo tiempo! Una verdadera paradoja tras la que caminamos para desnudarnos y sincerarnos con nosotros mismos. Es más sencillo ver lo que nos gratifica, lo que no duele, lo que no pesa, que aquello que realmente significa una molestia o una arista que pulir, pues ellas suelen ser doloras y punzantes, lastiman laboriosamente con sus puntas para llegar a esos rinconcitos que quisiéramos dejar olvidados. Pero no es fácil olvidar o reprimir lo que está a nivel inconsciente, a la larga o a la corta se manifiesta de algún modo, en un sueño, en un pensamiento, o en un simple recuerdo. Para ver realmente quienes somos debemos ser valientes y fuertes para enfrentarnos con lo que nos disgusta de nosotros mismos, Y no hay que hacerse trampa al solitario,