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Mostrando las entradas de octubre, 2017

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INTENTOS

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Cada intento por avanzar, escurridizo o quieto, se esculpe en el cielo de las oportunidades, algunas veces tormentosas y esquivas. Aunque queramos recordarlos basta una mera desilusión para enviarlos al cajón del olvido. Sin embargo, cada intento fallido es una luz tenue en el callejón de los tropiezos. Intentar es palpar lo áspero y lo suave, lo tangible e intangible, para poder acariciar todas las texturas posibles. Es lograr descubrir los colores, los gustos,  los aromas, los sonidos existentes y los que aún no se han revelado porque se esconden misterios a la espera del que vuela Los intentos son parte de nuestro accionar, de ese abanico de encrucijadas, de esas decisiones que tomamos y que no siempre son certeras. Como un florido ramillete cuelgan de ese árbol de vida que crece frondoso en la medida que no olvidamos regarlo. Intentar es una búsqueda latente que no requiere de nombre, de forma o palabra que sirvan de testigos. Los intentos son auténticos y puros cuando

ANHELO

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Con la mañana perdida entre sus dedos se sentó a la sombra de su orilla, para sumergirse en el resplandor del olvido. Buscó en la estantería las risas del otoño y halló de los veranos las cenizas. Trepó por la ruta de sus sueños y tropezó con alma del delirio, voló hasta la cima de su ocaso y acarició el brillo de otro día que continuaba apacible e inmutable sin entender que buscaba en la orilla. Se sintió decepcionado con el día que ignoraba su búsqueda incesante y no otorgaba matices a sus colores desteñidos. Decidió que continuaría su marcha entre el vaivén de las olas y la espuma blanca del anhelo Andrea Calvete

DORMITA LA TARDE

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Una monótona humedad envuelve a las horas dormidas en un sopor inmenso. Sólo algún pájaro se atreve con su canto a traspasar el silencio.  En la tibia quietud el olor a tierra mojada se mezcla con el perfume de las lavandas en flor. La perpleja armonía de la tarde se pierde sin quererlo en su gris apatía.  Sin embargo,  entreabre sus ojos somnolientos para florecer en las coloridas alegrías, mientras las rosas la perfuman sin más pretensión que la de realzar su belleza. Andrea Calvete

HORUS

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Las  olas vestidas de ocre reverenciaron a Horus y como en un descuido se fusionaron mágicamente con la arena. Embriagadas por el misterio y el encanto del mar las aves planearon sigilosas hasta alcanzar el  horizonte dorado. El sonido del agua que rompía en la orilla acunó cada detalle de la obra maestra para que los sentidos palpitaran y degustaran con fervor el nacimiento del día. Andrea Calvete

DE LA MANO DEL SILENCIO

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Se evaneció en una lágrima cuando el fresco suspiro del alba le tomó por sorpresa. Vibró en una risa espontanea junto al cálido comienzo del día. Siguió a su ritmo, las pequeñas gotas de rocío le acariciaron con delicado esmero, los cerezos tupidos de flores perfumaron su marcha y le ofrecieron asiento, allí un ameno intercambio alojó a la sabiduría. Sin darse cuenta, trascendieron el tiempo y el espacio, los minutos perdieron el sentido, las palabras desabotonaron su rigidez y las afirmaciones abandonaron esa solemnidad que las hacía implacables. La quietud de la mano del silencio dibujó una hermosa orquídea en la bruma. Andrea Calvete

HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA

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En el correr de nuestro diario vivir sin darnos cuenta olvidamos mirar al cielo, respirar profundo o dejarnos llevar por el vuelo de un ave, quizás no por voluntad propia sino por simple descuido o guiados por nuestro afán de hacer un sinfín de actividades, algunas totalmente superfluas. Cuando caminamos anestesiados por los deberes y obligaciones difícilmente podamos sentir nuestro corazón vibrar. Sin embargo, cuando nos abrimos a nuestros sentidos embarcados a tocar con delicada paciencia ese ser que nos habita capaz de llegar muy profundo, entonces la luz del sol nos roza como una tibia caricia. Abiertos a la vida, a los colores y aromas de la primavera, los sonidos llegan armoniosos para palpar la delicadeza de los pétalos perfumados que colman de plenitud la jornada. Ese eje tan lejano por momentos, tan ausente y perdido por otros, nos toma de la mano cuando decidimos armonizar nuestros días centrados en la belleza que nos habita para poder vibrar en sintonía con el universo de