EL BAÚL DE LOS DESENGAÑOS
Los desengaños forman parte de un baúl enorme, pero afortunadamente, siempre existe una mano amiga que se brinda solidaria, fraternal y comprensiva, ante un desengaño. Porque aún en los peores momentos surge una luz, aunque la oscuridad inunde nuestro cuerpo. Como somos seres imperfectos es imposible brindarnos sin en el fondo esperar aunque sea una simple sonrisa de agradecimiento, o una mirada de cariño, es parte de nuestra naturaleza. Parte de los desengaños se disparan porque ponemos falsas expectativas en alguien, deseos que están en nuestras mentes, pero que en realidad no son obra de la persona con la que tratamos. Simplemente, nuestra imaginación y expectativa son las que nos hacen verlas en forma equivocada. Asimismo, es muy común esperar reacciones de otras personas similares a las nuestras, cosa que es muy difícil. No todos los seres humanos reaccionamos de igual manera ante las distintas situaciones, por más que existen patrones comunes en determinadas circunstancia