ALGUNA GENTE SIENTE LA LLUVIA, OTRA SÓLO SE MOJA

Sentir la lluvia, es abrir nuestros poros a las emociones, a las posibilidades, a los aromas de la vida, a la sonrisa blancas de las nubes, y la espuma luminosa de los días. La lluvia cae y riega con sus gotas de diferentes maneras, para algunos es una bendición y para otros un día lleno de obstáculos. Sin embargo, al igual que la vida no pide permiso ni razones para dejarse deslizar, para fluir de diferentes maneras y tocar distintas superficies, de modo que cada cual la sienta a su modo. Algunos se inundan de energía y vigor cuando los alcanza, intentan dejar atrás los obstáculos y nacen de ese contacto renovados con el entusiasmo a flor de piel. No es fácil renacer cuando se ha caído, o tocado fondo, o simplemente el desencanto ha entrado en la vereda de los días. Por eso, se hace casi imposible penetrar en alguien cuyos poros están tan cerrados. Sin embargo, logra renacer quien está dispuesto a seguir adelante a pesar de todo, porque entiende que más allá de lo s...