A PUNTO DE ROMPERSE
Pendía de un hilo fino, a punto de romperse. El viento le desestabilizaba el equilibrio, las gotas eran como fuertes municiones de acero. Todo parecía pesar, hasta las partículas del aire agobiaban su pequeña existencia.
El entusiasmo se había esfumado en un silbido, mientras que el polvo le abrazara e impedía avanzar. Era consciente que resistir no bastaba también tenía que aceptar. Sin embargo, le costaba admitirlo, las ideas y pensamientos se sobreponían, mientras un cortocircuito de palabras se manejaban con total descontrol en su cabeza.
Entonces, respiró profundo y un pequeño rayo de luz acarició su rostro, una difusa señal de que pronto la situación se aclararía. Con algo de sosiego encima pensó: “debo convencerme que es posible, sólo me hace falta determinación y animarme a dar ese primer paso”
Andrea Calvete
El entusiasmo se había esfumado en un silbido, mientras que el polvo le abrazara e impedía avanzar. Era consciente que resistir no bastaba también tenía que aceptar. Sin embargo, le costaba admitirlo, las ideas y pensamientos se sobreponían, mientras un cortocircuito de palabras se manejaban con total descontrol en su cabeza.
Entonces, respiró profundo y un pequeño rayo de luz acarició su rostro, una difusa señal de que pronto la situación se aclararía. Con algo de sosiego encima pensó: “debo convencerme que es posible, sólo me hace falta determinación y animarme a dar ese primer paso”
Andrea Calvete