“LA OCASIÓN HAY QUE CREARLA, NO ESPERAR A QUE LLEGUE”
Por Andrea Calvete
Tantas veces esperamos que las oportunidades caigan del
cielo, que aparezca alguien y toque nuestra puerta, pero las ocasiones las
tenemos que salir a buscar, para que luego se abra el abanico de propuestas.
Una vez que nos pusimos en la búsqueda deberemos esperar, y
he aquí otra clave para que las cosas sucedan de la mejor manera.
El saber esperar es un tema neurálgico a la hora de que se
abran las oportunidades, pues quien espera desesperanzado, espera derrotado,
sin ímpetus, sin demasiada energía. En tanto, quien espera con esperanza, lo
hace de forma fructífera, desde la plena confianza en si mismo, en las oportunidades y en conseguir lo que se
desea.
Dice el proverbio “que quien espera desespera”, algo de
cierto hay cuando permitimos no controlar ni los sentidos ni la paciencia, todo
requiere de un proceso que lleva su tiempo, nada se logra de la noche a la
mañana, pero en la era del “llame ya” o el “fast food- comida ligera”, parece
que todo debiera realizarse en un abrir y cerrar de ojos.
Las grandes conquistas logradas por los héroes en los
distintos países llevaron años de historia, de luchas, de sacrificios. Así
también obras de artes como libros o pinturas requirieron de mucho agua debajo
del puente.
Y de eso modo se conformará la espera, cargada da aromas
suaves y frescos como los del amanecer, de otros más cálidos como los mediodías
y de otros intensos y profundos como suelen ser los de la noche, pero todos
ellos permitirán que la espera se cargue de realismo, sin perder el entusiasmo
y la energía para que llegado el momento podamos hacer frente a la propuesta
esperada.
El esperar conlleva no dejar de soñar, no darnos por
vencidos, continuar el camino por más duro que sea, restan tantas cosas por
hacer, por cambiar… no podemos sucumbir en el intento.
Quizás la ocasión no llegue, como no llegan tantas cosas en
la vida, quizás toque a otra puerta, pero en algún momento será nuestro
turno, sólo es cuestión de estar atentos
y no dejar que las cosas pasen por nuestras narices sin que nosotros ni
siquiera las percibamos, pues eso denotara que vivimos distraídos prestando muy
poca atención a lo que acontece.
Finalmente, los dejo en compañía de la frase Francis Bacon:
“La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue”