¿QUÉ HACER?
Por Andrea Calvete
La mayoría de las parejas cuando comienzan una relación
ponen en ella todas sus expectativas, y en el fondo guardan la esperanza que
con el tiempo se corregirán algunos defectos o fallas que no terminan por
satisfacer a las partes.
Pero, muy lejos de la verdad estaremos si creemos que con el tiempo las situaciones
que no nos desagradan revertirán. El cantautor argentino Andrés Calamaro en uno
de sus temas expresa: “Cuando te conocí, me dijiste que por mi no ibas a
cambiar ibas a seguir siendo igual”, una afirmación realista, así es como actuamos las personas, somos de determinada
forma y por eso “genio y figura hasta la sepultura”.
Aunque al comienzo todo funciona de maravillas, y
generalmente los defectos pasan desapercibidos, luego con el correr del tiempo
y la convivencia afloran, y a ellos lamentablemente se suma el desgaste de la
pareja, y es así que cada vez son más el número de parejas que se rompen luego
de muchos años de convivencia.
Entonces surgen las preguntas: ¿qué hacer?, ¿sigo o dejo?,
¿qué me traerá aparejado esta decisión?, ¿cómo sigo con mi vida?, primeros
cuestionamientos básicos que se presentan ante síntomas de desgaste, peleas,
agotamiento…
Seguramente, lo primero será consultar a algún amigo o
familiar muy cercano, pero lo más sensato es recurrir a un especialista en
temas de parejas que sabrá orientarnos de la mejor forma.
Mas en el fondo, quien resolverá qué hacer es uno mismo,
nadie puede resolver por nosotros algo que es tan personal, y en el que pesan
situaciones tan íntimas y complejas que tan sólo las partes involucradas
conocen.
No siempre todo tiene un final feliz como en algunas
películas. Asimismo detrás de un final siempre existe un comienzo. Lo que si es
seguro, es que las decisiones que implican separaciones de parejas siempre
traen aparejado dolor, culpa… y muchos sentimientos negativos que son difíciles
de sobrellevar.
Las relaciones de parejas no son sencillas, pero les
pregunto: ¿qué es fácil en la vida?¿Es fácil: nacer, crecer, decidir, amar,
criar hijos, trabajar, asumir responsabilidades, enfermedades, hacer frente a
los desafíos, afrontar pérdidas de seres queridos…? Todo conlleva sus problemas
lo importante es no darse por vencido e intentar ver qué pesa más en nuestra
balanza antes de tomar una decisión.
Finalmente los dejo con una estrofa del poema de Mario
Benedetti “No te rindas”:
“No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo”