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“EL CORAZÓN TIENE RAZONES QUE LA RAZÓN DESCONOCE”

Algunos vínculos logran ser tan especiales, que se hacen indestructibles y casi impenetrables salvo para quienes están en ellos relacionados. Simples lazos perdurables, flexibles, que sólo ellos son capaces de establecer con delicadeza y cuidado.

Estos vínculos son capaces de acompañarnos en todos los estados ánimos, en todas las situaciones de la vida, nos comprenden, nos esperan, les alcanza vernos de reojo para saber lo que nos pasa.

Son especiales capaces de generar las más grandes sensaciones, desde las más gratificantes a las más dolorosas. Relaciones en las que sólo una mirada, es capaz de descifrar lo más profundo e íntimo, sin necesidad de emitir una palabra o un sonido.

Relaciones vinculares especiales que no sólo se dan entre las personas, se pueden dar a través de cualquier medio que permita expresarnos, como ejemplo: la música, la danza, la pintura, la escritura, la escultura… y tantos otros que nos dejan ser, manifestar sin restricciones, sin impedimentos, sólo estableciendo ese vínculo único entre uno y esa expresión artística. Y todos llevamos un artista dentro, sólo hay que buscarlo, descubrirlo para dejarlo salir y manifestarse.

Vínculos que significan entrega, devoción, sacrificio y, asimismo, el placer de haber dado lo mejor de sí en esa relación vincular, en la que ponemos de nosotros todo nuestro amor. Y referido a lo que esperamos a cambio del amor otorgado, Erich Fromm en “El arte de amar”, señala que no “sólo en lo que atañe al amor dar significa recibir. El maestro aprende de sus alumnos, el auditorio del actor, el paciente cura al psicoanalista- siempre y cuando no se traten como objetos, sino que estén relacionados entre sí en forma genuina y productiva“.

Por otra parte, son relaciones en las que se comparten alegrías, dolores, sufrimientos. Este tipo de relaciones se puede establecer entre padres e hijos, parejas, amigos, hermanos, grupos, expresiones artísticas, deportes, … múltiples vínculos donde la entrega es verdadera, auténtica, donde se está muy seguro del cariño y de los sentimientos, no existe lugar para las dudas, o inseguridades, simplemente para dar lo mejor de nosotros a ese ser tan especial, o actividad en la que dejamos fluir todo lo que somos.

Vínculos, en que se pueden pasar muchas cosas por alto, perdonar, escuchar y entender, pues prima un gran afecto, que está por encima de cosas pequeñas, de las sutilezas. Donde prevalece la valentía, y no existe lugar para la cobardía, ese vínculo es tan intenso que nos permite vencer obstáculos y barreras más allá de lo comúnmente pensado o esperado.

Son relaciones, que traen aparejado sorpresa permanente, crecimiento, y unión. Difícilmente puedan ser destruidas a pesar de las tormentas, o tifones, pues son fuertes, duraderas e irrepetibles, pueden sobreponerse a todo elemento que intente interponerse o romperlas, porque el amor, el cariño y el afecto están presentes. Y sobre el amor, San Agustín manifiesta que "la medida del amor, es amar sin medida”, una frase que quien ha sentido amor alguna vez podrá corroborar sin pensarlo demasiado.

Pero según Erich Fromm, “para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar”, y este es un tema un tanto discutible, porque les pregunto ¿somos capaces de amar, o sólo pretendemos ser amados?

Y en cualquier tipo de relación vincular el respeto es primordial, en tal sentido Erich Fromm, dice que el “respeto no significa temor y sumisa reverencia; denota, de acuerdo con la raíz de la palabra (respicere: mirar), la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única. Respetar significa preocuparse por que la otra persona crezca y se desarrolle tal como es”.

Pero independientemente de la forma en que los vínculos se produzcan o los medios a través de los cuales se manifiesten, significan relaciones únicas, que nos nutren y alimentan día a día, que nos permiten vivir con intensidad y fortaleza. Los defenderemos con pasión y ahínco sin pensar demasiado, solamente guiados por lo que sentimos que es muy profundo e intenso.

Los vínculos generan nexos entre quienes los establecen, muchos de las cuales se manifiestan a nivel inconsciente, y de allí que muchas veces no podamos encontrar una explicación lógica al establecer una relación con una determinada persona o con algún medio de expresión. Porque "el corazón tiene razones que la razón desconoce"

Andrea Calvete

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