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MIENTRAS ALGUIEN PIERDE ALGO, OTRO LO ENCUENTRA

Dicen que mientras alguien pierde algo, otro lo encuentra. Así en este círculo de oportunidades nos deslizamos sin ser demasiado conscientes. Mientras algunos pierden sus ilusiones, su risa, sus anhelos, su fe y esperanza otros las encuentran luego de haber caminado sin sentido durante mucho tiempo.

En realidad es imposible caminar sin sentido, es probable que sea un camino no premeditado o buscado, pero una dirección a seguir, en el que no hay planificación o previsión se anda a impulsos y se continúa. De todas formas, en algún momento se toma contacto con lo que nos pasa, con lo que nos aqueja, con ese lugar donde nos aprieta el zapato o nos lastima. Es allí cuando entendemos porque hemos llegado hasta este sitio que empezamos a descubrir ese rumbo que hasta ahora parecía sin sentido.

En medio de sobresaltos, decepciones, contrariedades, fracasos, la risa comienza a desdibujarse, hasta que se pierde por completo, y queda arrumbada en una estantería a la que quien se dispone a brillar, a existir la toma en su rostro en un intento por continuar de la mejor manera.

En medio de angustias, de mentiras, de hipocresía, de dolor y violencia, el brillo de la mirada se va apangando, se va achicando hasta que se instala en un estante donde quien se dispone a dejarse seducir por la vida la toma esperanzado de encontrar un destello en su camino.

En medio de los apuros, las carreras por llegar más y más lejos sin importar nada, el calzado cómodo se va perdiendo, nuestros pies comienzan a hincharse a llenarse de llagas con las que casi es imposible caminar. Queda allí el calzado cómodo a disposición de quien decide transitar sin prisa, con determinación y serenidad, porque entiende que despacio se llega lejos.

Quien más o quien menos ha perdido tantas cosas, pero a su vez a encontrado otras. Quizás las primeras pérdidas sean las que nos sorprendan y desajusten por completo porque son los primeros avatares del camino. Sin embargo, con el correr de la vida uno asimila que perder y encontrar son dos vocablos que navegan sin descanso en una búsqueda continua por sucederse uno tras otro.

Dicen que mientras alguien pierde algo, otro lo encuentra. Así en este círculo de oportunidades quien pierde la pasión es porque ya no encuentra sentido en lo que hace, o quien pierde las expectativas es porque las puso en donde no debía, o quien cansado de esperar se aleja de la esperanza… y así los ejemplos podrían prolongarse, pero lo cierto es que mientras alguien desencantado pierde sus fuerzas, y parece quedarse sin motivos, otros en ese mismo círculo encuentran los por qué para continuar. Los cómo sin lugar a duda también tendrán cabida como parte de esta circunferencia virtuosa en el que todo continúa y se revierte, en este ciclo vital en el que opuestos y complementarios son parte del todo.

Andrea Calvete

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