"LO QUE MATA ES LA HUMEDAD"
En busca de soluciones, oportunidades, o poder salir adelante inevitablemente corremos detrás de un causante, alguien que posea una responsabilidad en lo que sucede, o al menos a quien culpar. Pero es ineludible que “lo que mata es la humedad”
Había una vieja expresión italiana que decía: “ Piove governo ladro”. Esta expresión se utiliza como una parodia de los dichos populares contra el gobierno y, en general, contra el poder establecido, culpables, en su opinión, de todos los males posibles y, por lo tanto, hasta de la lluvia. Tiene diversos orígenes, pero hoy más que detenerme en los orígenes quisiera analizar por qué siempre buscamos un culpable.
Lo primero que se da en una situación injusta es buscar un responsable, y para saldar totalmente las cuentas hallar un culpable para trascender un escalón más. La culpa se define por una omisión de la conducta debida para prever y evitar el daño. Se manifiesta a través de la imprudencia o negligencia.
Si hablamos de culpables hay un viejo dicho que dice, “lo que mata es la humedad”, causante de enfermedades respiratorias, cansancio, dolor en los huesos, moho, hongos y bacterias. Cuando hay mucha humedad todo parece estar pegajoso, y nada se seca. Pero de regreso a encontrar otro culpable de lo que nos pasa la humedad es la causante de tantas situaciones. Creo que a esta altura si la tuviéramos que sentar en el banquillo de los acusados de allí no saldría.
Parecería que hallando un culpable nos sintiéramos mejor, como si un peso se nos quitara de encima. Es así que cuando se rompe una relación de pareja, se suele buscar un culpable, alguien que sea el gatillo disparador. Sin embargo, el disparador generalmente es una relación desgastada, quebradiza que ya no quiere más nada, pero existe otro dicho que es muy pertinente que dice “que no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Aunque si nos descuidamos, dentro de las razones más comunes surja esa humedad molesta que hizo que tuviéramos un día pésimo y un humor desastroso, lo que de alguna manera nos llevó a actuar horrible, y he aquí el primer desencadenante de esa posible ruptura.
Quizás sin darme cuenta estoy aquí escribiendo, porque la humedad ha invadido mi casa, mis huesos, y mi vida, se ha escabullido silenciosa y me ha hecho reflexionar en estas líneas. No lo sé, pero pensándolo bien posiblemente así sea. Lo cierto, es que no sé bien por qué, pero es habitual que queramos encontrar ese culpable que nos escinda de responsabilidades y nos haga sentir mejor, cuando en realidad deberíamos analizar por qué hemos llegado hasta dónde estamos y qué hemos hecho para que esto ocurriera.
En busca de soluciones, oportunidades, o poder salir adelante inevitablemente buscamos un causante, alguien que posea una responsabilidad en lo que sucede, o al menos a quien culpar. Pero es ineludible que “lo que mata es la humedad”
Andrea Calvete
Había una vieja expresión italiana que decía: “ Piove governo ladro”. Esta expresión se utiliza como una parodia de los dichos populares contra el gobierno y, en general, contra el poder establecido, culpables, en su opinión, de todos los males posibles y, por lo tanto, hasta de la lluvia. Tiene diversos orígenes, pero hoy más que detenerme en los orígenes quisiera analizar por qué siempre buscamos un culpable.
Lo primero que se da en una situación injusta es buscar un responsable, y para saldar totalmente las cuentas hallar un culpable para trascender un escalón más. La culpa se define por una omisión de la conducta debida para prever y evitar el daño. Se manifiesta a través de la imprudencia o negligencia.
Si hablamos de culpables hay un viejo dicho que dice, “lo que mata es la humedad”, causante de enfermedades respiratorias, cansancio, dolor en los huesos, moho, hongos y bacterias. Cuando hay mucha humedad todo parece estar pegajoso, y nada se seca. Pero de regreso a encontrar otro culpable de lo que nos pasa la humedad es la causante de tantas situaciones. Creo que a esta altura si la tuviéramos que sentar en el banquillo de los acusados de allí no saldría.
Parecería que hallando un culpable nos sintiéramos mejor, como si un peso se nos quitara de encima. Es así que cuando se rompe una relación de pareja, se suele buscar un culpable, alguien que sea el gatillo disparador. Sin embargo, el disparador generalmente es una relación desgastada, quebradiza que ya no quiere más nada, pero existe otro dicho que es muy pertinente que dice “que no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Aunque si nos descuidamos, dentro de las razones más comunes surja esa humedad molesta que hizo que tuviéramos un día pésimo y un humor desastroso, lo que de alguna manera nos llevó a actuar horrible, y he aquí el primer desencadenante de esa posible ruptura.
Quizás sin darme cuenta estoy aquí escribiendo, porque la humedad ha invadido mi casa, mis huesos, y mi vida, se ha escabullido silenciosa y me ha hecho reflexionar en estas líneas. No lo sé, pero pensándolo bien posiblemente así sea. Lo cierto, es que no sé bien por qué, pero es habitual que queramos encontrar ese culpable que nos escinda de responsabilidades y nos haga sentir mejor, cuando en realidad deberíamos analizar por qué hemos llegado hasta dónde estamos y qué hemos hecho para que esto ocurriera.
En busca de soluciones, oportunidades, o poder salir adelante inevitablemente buscamos un causante, alguien que posea una responsabilidad en lo que sucede, o al menos a quien culpar. Pero es ineludible que “lo que mata es la humedad”
Andrea Calvete