CARTAS EN EL ASUNTO
Los recuerdos se deshilachan descoloridos entre las causas perdidas. Una melodía triste y confusa acompaña la escena, mientras las ventanas se cierran. El aire viciado aniquila a los pensamientos, mientras la razón se desespera y pide ayuda a la inteligencia.
Pero no hay ayuda que valga cuando la tristeza se engalana, es poderosa y fuerte, a pesar de parecer quebradiza y a punto de desfallecer. Entre un pequeño halo de luz se cuela la melancolía para hacer más contundente la escena. La desesperanza oprime el pecho y envuelve el recinto con su manto coartador de posibilidades.
La ilusión ya casi sin pulso intenta salir de la sala, necesita oxigenarse, tomar contacto con un rayo de luz. Va a hasta la cocina para servirse una tizana, mientras la prepara canta una vieja melodía que le había enseñado su madre, la letra la impregna de esperanza. De pronto, la vitalidad se suma y todo parece encausarse.
Los recuerdos con colores más intensos se aproximan y dan cuenta de otra realidad muy diferente, en la que la tristeza se esfuma porque la alegría también ha sido parte de los días. La inteligencia y la razón han tomado cartas en el asunto. Los postigos se abren y el aire de la primavera perfuma el ambiente, la brisa fresca se esparce, mientras el trinar de los pájaros entusiasma a las posibilidades.
Andrea Calvete
Pero no hay ayuda que valga cuando la tristeza se engalana, es poderosa y fuerte, a pesar de parecer quebradiza y a punto de desfallecer. Entre un pequeño halo de luz se cuela la melancolía para hacer más contundente la escena. La desesperanza oprime el pecho y envuelve el recinto con su manto coartador de posibilidades.
La ilusión ya casi sin pulso intenta salir de la sala, necesita oxigenarse, tomar contacto con un rayo de luz. Va a hasta la cocina para servirse una tizana, mientras la prepara canta una vieja melodía que le había enseñado su madre, la letra la impregna de esperanza. De pronto, la vitalidad se suma y todo parece encausarse.
Los recuerdos con colores más intensos se aproximan y dan cuenta de otra realidad muy diferente, en la que la tristeza se esfuma porque la alegría también ha sido parte de los días. La inteligencia y la razón han tomado cartas en el asunto. Los postigos se abren y el aire de la primavera perfuma el ambiente, la brisa fresca se esparce, mientras el trinar de los pájaros entusiasma a las posibilidades.
Andrea Calvete