“LAS ACTITUDES SON MÁS IMPORTANTES QUE LAS APTITUDES”
Por Andrea Calvete
La actitud es una prenda transparente muy valiosa, que nos
hace lucir como queramos, es cuestión de saber buscar en el armario. Nuestras
aptitudes nos permitirán llegar lejos, siempre y cuando nuestras actitudes nos
acompañen.
Si decidimos vestirnos de derrotismo posiblemente no
alcancemos nada de lo que nos propongamos.
No significa disfrazarnos con un montón de prendas con las
cuales no nos hallemos identificados, o escondan lo realmente somos, pero sí
con aquellas que nos hagan sentir bien con nosotros mismos y con los demás.
Es preciso escoger colores acordes a nuestro
temperamento, telas suaves que nos
permitan sentir confortables. Una vez que escojamos las prendas adecuadas
comenzaremos el día; pero partamos de la base que el entusiasmo, la energía y
el positivismo no los podemos dejar olvidados, serán parte imprescindible para
lucir radiantes e impecables.
Una sonrisa es un gran componente en esta presentación pues
iluminará nuestras palabras, y nos acompañará mejorando nuestro sentido del
humor.
El coraje ha de ser una prenda fundamental en el guardarropa,
nos permitirá enfrentar diversas situaciones, aún el dolor y la desilusión.
La fe, ha de ser
primordial, pues en todos los actos que
emprendemos está presente. Se requiere
fe para criar a los hijos, para llevar adelante una tarea, para mantener nuestras
convicciones, para lograr lo que nos propongamos, aún lo más difícil, sólo es
cuestión de no perderla. Es así que cuando nos
enfrentamos a los reveses y
dificultades del diario vivir hacemos uso de nuestra fe y coraje.
El permanecer activos ha de resultar fundamental en esa
actitud para enfrentar la vida, si nos convertimos en seres pasivos,
semidormidos, imperturbables, posiblemente nos paremos con actitud de
indiferencia, totalmente improductiva.
Si no nos abrimos a los demás, con cordialidad, en busca del
diálogo, del intercambio, no habrá actitud que valga, pues como dice Gandhi
“con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos”.
Finalmente, el sentido de nuestros actos no está en ellos
mismos sino en la en la actitud con la cual nos dispongamos ante ellos, eso
será parte fundamental del resultado de nuestro día a día, por eso
es importarte no olvidar el refrán que dice que “alcanza quien no se
cansa” y sólo quienes pueden ver lo
invisible pueden hacer lo imposible.