Las vivencias individuales nos forman como personas, las compartidas como sociedad.
martes, 27 de enero de 2015
OJOS TRISTES
Sus ojos habían cambiado el brillo, ya no centellaban como antes. Por momentos, perdidos en la nada buscaban y buscaban… Las melodías sonaban abatidas y lejanas, mientras el atardecer abrazaba su tristeza. Así fue cayendo la tarde hasta que llegó la luna dispuesta a embriagar aquellos ojos y perderlos en su luz.
Andrea Calvete