GOTAS DE VIDA
Cada gota es una fiesta que despierta los sentidos, reverdecen los colores en contraste con el gris plomizo que envuelve al día. La lluvia cae como lágrimas, se desliza por los recuerdos y busca en los rincones más olvidados.
Cada gota es el remanso para la búsqueda y el desafío de
tanto por hacer, decir y pensar, para que se conjuguen en una armonía perfecta.
Cada gota es una fiesta cuando podemos desde la cama
disfrutar de un sueño placentero, o una lectura tranquila con el sonido exquisito
de la lluvia que llega para limpiar profundo y humedecer la jornada.
Cada gota trae aparejado un sueño, un manantial de situaciones
vividas y tantas por descubrir. Es que la lluvia tiene ese don de despertar lo
que está dormido para que las alas pronto se desplieguen fuertes y seguras.
Cada gota es una fiesta para las emociones que se levantan
de un letargo y buscan florecer en la nostalgia de los días. Con lentitud y
paciencia intentan aparecer una a una, porque todas están allí a la espera de
que se las convoquen.
Cada gota es el murmullo perfecto para extasiarse en la
calma o en los aromas mojados que se profundizan en notas jamás descubiertas.
El romero y las lavandas humedecidas invitan a perderse en una profunda paz.
Cada gota es una fiesta para la vida, porque la vida es un
momento de celebración, de conquista, de encuentro, de búsqueda, en donde podemos
decidir mojarnos o sentir la lluvia.
Andrea Calvete