Escuchá el podcast en Spotify

DEPENDE DE TI


Se desvisten las preocupaciones se zambullen a nadar con los deseos, y te invitas a disfrutar del paisaje, de la brisa del mar, de la arena mojada y de la belleza natural de la playa. Esperanzado te planteas que puede ser un gran día.

El sol roza con delicadeza el mar mientras los minutos acarician con su brisa fresca esta mañana de verano. Caminan descalzos los pensamientos en el barco de los recuerdos que ya son parte del andar.

Reman suavemente las etapas vividas, te detienes en cada una de ellas, las saboreas y comprendes que no valen la pena los arrepentimientos, ni la congoja, porque recordar es pasar por el corazón lo vivido.

En el eco de tus palabras y en el silencio de tus pensamientos, reside el poder de crear y destruir, de elevarte a las alturas más sublimes o de hundirte en las profundidades más oscuras. La clave, siempre, reposa en tus manos.

La gratitud se perfila en una ola que intenta pasar estilizada, en su espuma blanca se esparce el agradecimiento que es posible respirar cuando dices gracias por lo vivido, porque más allá de los saldos hay cosas para agradecer.

Y creces como la ola cuando valoras el camino andado, los tropiezos, las caídas y las dificultades que te han permitido ser la persona que hoy eres, aunque posiblemente el error sea parte de lo que vendrá, pero con la convicción de ser un poco más consciente de todo.

Se desvisten las preocupaciones se zambullen a nadar con los deseos, y te invitas a disfrutar del paisaje, de la brisa del mar, de la arena mojada y de la belleza natural de la playa que perfuma de yodo y entusiasmo el comienzo de esta jornada.

Hoy puede ser un gran día porque eres el arquitecto de tus sueños, el alquimista de tu destino, el que teje hilos invisibles que enlazan el ayer con el mañana, con los dos pies bien sujetos en el presente. En cada pensamiento, palabra o acción despliegas la energía que da forma al universo que te rodea.

Andrea Calvete

Entradas más populares de este blog

SI NO SUMA QUE NO RESTE

“NINGUNA PERSONA MERECE TUS LÁGRIMAS, Y QUIEN LAS MEREZCA NO TE HARÁ LLORAR”

NO SE BRILLA SIN OSCURIDAD