MÁS ALLÁ DE LA IMAGEN

Dejarse sorprender o maravillar por lo más íntimo no es sencillo, requiere de atención, sensibilidad, apertura, y ante todo estar dispuestos a vibrar en la sintonía del corazón.

Esta sintonía nos hace palpitar a ritmo del amor, de la belleza más pura, dispuestos a llegar a lo más profundo. "El alma que pueda hablar con los ojos, también puede besar con la mirada." Gustavo Adolfo Bécquer.
A esta altura es casi impensable concebir una idea sin una imagen que lo respalde, el siglo XXI se ha encargado de resaltar este concepto en forma exponencial, con sus bondades y desventuras.

Esclavizarnos a una imagen puede ser muy peligroso, aunque si logramos trascender un escalón, nos interpelamos a ver más allá de lo que se dibuja a simple vista. Quizás les haya pasado de percibir una imagen de un ser, pero luego de un rato de estar en contacto con él, la imagen cambia y se vislumbra la verdadera esencia, la llama de ese ser.

Es que detrás de cada persona, animal, planta u objeto existe una esencia que lo define que lo hace único, diferente y especial. Son esas características propias que se pueden ver más allá de la imagen pero que hay que estar abiertos y dispuestos a descubrirlas.

Dejarse sorprender o maravillar por lo más íntimo no es sencillo, requiere de atención, sensibilidad, apertura, y ante todo estar dispuestos a vibrar en la sintonía del corazón.

Andrea Calvete