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UN GATO FELIZ


La felicidad de los felinos es la libertad, el poder moverse de aquí para allá, trepar árboles, techos y cornisas. Sin embargo, el amor es algo que ansían y buscan, y cuando son criados con cariño responden de la misma manera a todo aquel que se les acerca.

Así fue criado Tito, lleno de amor y ternura, a upa, en un ronroneo permanente, haciéndonos compañía a la hora del mate tal como si fuera un canino, mirando la tele, o compartiendo cualquier reunión familiar. Se acostumbró a responder con miau a cada palabra de cariño que se le dice, y del mismo modo se desespera y por responder a todos los vecinos del barrio que le dan su afecto.

Los gatos en general se caracterizan por ser astutos, inteligentes e intuitivos. Se cree que son capaces de detectar lo sobrenatural y percibir señales que el ser humano no es capaz de ver ni sentir. También han sido importantes símbolos en diferentes religiones y de allí su conexión con ese halo místico que parece que los envuelve. Se suele decir que los gatos absorben las malas energías, y las transforman en positivas, pero más allá de todas estas características, quienes simpatizan con los gatos tienen una conexión única y muy duradera.

Siempre se asocia con el misterio o lo secreto por su apariencia y por haber sido un símbolo importante en muchas religiones.

De regreso a Tito, el gato de esta vivencia es un gato castrado desde el momento que el veterinario autorizó, una decisión efectuada por responsabilidad y a la vez con el fin de que no se fuera tras alguna gatita en celo. Más allá de todas las medidas, hará cuestión de dos años desapareció aproximadamente quince días. Cuando ya creíamos que no aparecería regresó, con la panza pelada y un corte, se ve que alguna persona creyó que era una gata y decidió castrarla. A partir de este momento le pusimos una chapita colgada de su cuello, con su nombre edad y teléfono para evitar confusiones.

Los gatos son felices cuando pueden recorrer el barrio libre, caminar por la vereda por la calle y regresar a su hogar a la hora que les plazca, por eso considero que Tito es un gato feliz, que lleva 16 largos años brindándonos su amor y compañía.

Andrea Calvete  

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