Escuchá el podcast en Spotify

EL ÚLTIMO BESO


El boceto estaba perfectamente armado, pronto para comenzar a sentir las primeras pinceladas. Miró la mano de su artista, pero no atinó a imaginarse los colores, lo único que percibió fue una parsimonia inusual. El gris húmedo de aquel día frío no dejaba mucha esperanza colorida.

Tomó su paleta y la llenó de colores, todos aparecieron sin excepción. Los que no veían a simple vista fueron producto de esa mezcla cuidadosamente apasionada en la que un universo cromático surgió como por arte de magia.

El lienzo se fue poblando de las más diversas pinceladas, adquirió texturas, trazos, perfumes, sonidos ardientes, para dar nacimiento a una hermosa danza. Era un cuadro abstracto, pero se perfilaba la imagen de una pareja fusionada por el baile. Sus cuerpos se fundieron en cada movimiento, se fueron esfumando con cada pincelada en un encuentro etéreo y a su vez intenso.

Día a día su delantal testigo de infinitos colores y pinceladas, lo acompañaba como parte de ese ritual en el que aprontaba la escena para dar comienzo a su obra. Tenía todo perfectamente preparado, colores, pinceles, espátulas, tachos y tachitos, rollo de papel, trapos, y su termo y mate fieles compañeros de horas silenciosas en las que sucedía todo y nada.

Golondrinas sonaba en la voz aterciopelada de Malena Muyala, el tango recordaba aquel vuelo de verano, inolvidable y fugaz. Sin embargo, eterno repiqueteaba melancólico en su palpitar aún enamorado.

La luz se colaba a través de suaves rayos inclinados, dorados que imprimían magia a la escena. El boceto se preguntaba: “¿Está todo en la cabeza del artista, es tan vívido que parece más estar en su corazón”? Desde luego que el pintor nunca alcanzó a escuchar sus palabras, sin embargo, sintió una vibración especial en su mano derecha mientras espatulaba su último trazo.

Un nudo en la garganta se apoderó de él, una sensación de opresión se imprimió en su pecho, mientras su mano trabajó cuidadosamente esa escena final en la que quedó plasmado el último beso.

Andrea Calvete

Entradas más populares de este blog

SI NO SUMA QUE NO RESTE

“NINGUNA PERSONA MERECE TUS LÁGRIMAS, Y QUIEN LAS MEREZCA NO TE HARÁ LLORAR”

NO SE BRILLA SIN OSCURIDAD