¿CÓMO DEJAR LO INNECESARIO DE LADO?
En la medida que pasan los años uno es consciente de sus
errores y aciertos, en ese caminar toma contacto con lo que le permite crecer,
aprender para continuar fortalecidos y con la cabeza erguida. Es así que lentamente en el tamiz de los acontecimientos toman real importancia los que la tienen y dejan de preocuparnos aquellos que lo único que hacen es restar en nuestra existencia.
Algunos días los hombros pesan, la columna se deshace de
dolor, los pensamientos nos aprisionan y lo que vendrá nos desvela. Sin
embargo, aunque vemos muchos enemigos cerca el peor de todos solemos ser
nosotros mismos, con nuestras dudas, inseguridades, miedos, que juegan como frenos y poderosas armas. Dice Mahatma Gandhi: “ Nadie me pude hacer daño sin mi
permiso”, existen ciertas energías que se manifiestan en nosotros porque le
damos cabida, algunas sensaciones que
nos desagradan y nos perturban porque les cedemos el paso, está en nosotros ver
qué es lo que permitimos entrar en nuestros días, porque todo es mente y de
allí que lo que pensamos sentimos y creemos se manifiesta en cada acto de nuestra vida.
No siempre somos realmente conscientes que algunas personas, energías o situaciones nos dañan o perjudican, hasta que un día nos ponemos a analizar y vemos que cada vez que tomamos contacto con ellas nuestro estado anímico cambia y nos desestabilizamos, es allí que decidimos no dejar que nos invadan y nos afecten, pues somos dueños de dar cabida a lo que queremos, es cuestión de hallar las herramientas para seguir con lo que realmente nos gratifica sin dejar que lo superfluo o innecesario nos agreda.
Andrea Calvete