Escuchá el podcast en Spotify

EL HILO ROJO

 
A veces se viste solemne, busca en su guardarropa antiguos trajes con olor a naftalina y humedad, cree que es la mejor forma de entrar en contacto con dos seres que atesoran respetar horarios y cumplir ciertas formalidades. Entonces, se peina con gomina y un perfume penetrante le abre camino. Sin embargo, cuando decide conectar a dos bohemios improvisa coloridos atuendos y se perfuma con notas silvestres, sabe que para ellos lo importante será despeinar al momento con la mayor informalidad posible. Desde luego, conecta a cualquier tipo de persona no le importa demasiado si compatibilizan o no, pues confía que a la larga su propósito de encontrarlas tendrá un verdadero sentido, más allá de que a primera vista parezca incomprensible.

Quién no se ha encontrado con alguien que no esperaba que llegara a su vida ni por sueños, una persona a la que jamás había visto y con la que tendría escasísimas posibilidades de cruzarse. ¿Casualidad o causalidad? En principio, difícilmente aparezca una respuesta, más pasado el tiempo el rompecabezas comienza a encajar para develar las causas por las que esta persona ha llegado a esa puerta.

Un hilo rojo invisible, fuerte y suave conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar, contraer o enredar pero nunca se romperá, quizás un aroma los lleve a tropezarse, la pérdida de un ómnibus, o el haberse quedado dormidos, o llegar tarde al trabajo, o quedarse distraídos absortos en la nada. Lo cierto es que el hilo rojo del destino se las ingenia para que sus propósitos sean cumplidos.

Andrea Calvete

Entradas más populares de este blog

SI NO SUMA QUE NO RESTE

“NINGUNA PERSONA MERECE TUS LÁGRIMAS, Y QUIEN LAS MEREZCA NO TE HARÁ LLORAR”

NO SE BRILLA SIN OSCURIDAD