DE AMORES, AMANTES Y ALGO MÁS
“No te empeñes en durar, buscá tu amante, sé vos mismo también tu amante y un protagonista… de la vida”. Así finaliza el artículo de Jorge Bucay que nos hace reflexionar si vivimos, transcurrimos, existimos, o pasamos nuestros días anestesiados, sin vibrar, sin hacer algo que nos motive, que nos impulse a volar y salir de la rutina que a todos de alguna manera nos envuelve.
El encontrar ese amante, significa descubrir algo que nos
apasione, y no literalmente será un individuo de carne y hueso, podrán ser
múltiples actividades concernientes a
creer en algo o alguien, a llevar a cabo nuestros sueños, nuestros anhelos, a
despertar esa adrenalina que todos tenemos y que muchas veces permanece oculta.
Eso que nos hace sentir plenos, llenos de dicha, de ganas de
hacer cosas, de ocupar nuestros ratos sin fijarnos en lo que tienen o hacen los
demás, sino en lo que verdaderamente queremos cada uno de nosotros.
Nuestro ser más
íntimo podrá ser despertado por múltiples actividades: pintar, escribir, cabalgar, nadar, correr,
patinar, disfrutar de la música, cocinar, esculpir, actuar, leer, meditar … es
decir actividades que conlleven componer, realizar a través de nuestros
sentidos puestos al servicio creativo,
del descubrimiento y del crecimiento personal.
Es realmente maravilloso cuando uno experimenta que algo lo
hace sentir pleno, que ocupa su espacio de vida, que lo gratifica y colma como
ser humano, y que nos mantiene enamorados de la vida, de esos días que pueden
ser gratos o no tanto, dependiendo de la actitud que decidamos tomar día a día.Y si bien les dije que no debería ser el amante literalmente un ser real, también puede serlo, pues si esa persona nos colma, habita nuestro espacios de alegría, de felicidad, nos distiende, ocupa nuestros pensamientos más gratos, nos envuelve de plenitud, entonces será bienvenido, aquí el estado civil corre por cuenta de quien decida tomar esta acción, no entraré en veredictos morales, cada cual sabe lo que quiere y puede hacer con su vida.
Jorge Bucay a través de su artículo “ Hay que tener un amante”, me motivó hoy a escribir estas líneas, también me hizo pensar acerca de por qué hay tantas personas que viven deprimidas, duermen mal, viven estresadas, se sienten insatisfechas, traicionadas y cansadas. No en vano los psiquiatras y psicólogos tienen tanto trabajo.
En estos últimos días leí un artículo que hacía referencia a
la infidelidad en el Uruguay, y me dejó perpleja, porque señalaba altos
porcentajes al respecto. Entonces me pregunté: ¿por qué tantas personas están
desconformes buscan escapes a sus rutinas, a sus vidas? y luego de pensarlo
detenidamente, creo que la insatisfacción si bien puede venir por múltiples
motivos, en la mayoría de los casos es el caer en esa rutina que pinta todo de
gris, sin poder trascenderla.
El ser humano se compone de opuestos y complementarios, del
lado femenino y el masculino, de lo bueno y de lo malo, de lindo y de lo feo… y
también de esos espacios intermedios que suelen estar entre ambos extremos pero
que implican sentirnos asfixiados, consumidos por la rutina, sin avanzar, sin
hacer algo que nos permita trascenderla y sentir que nuestra vida tiene un rumbo.
El sentido de la vida, para cada uno de nosotros puede ser
totalmente diferente, pero en los distintos casos respetable y valedero. Por supuesto,
que si tras buscar ese despertar, traicionamos nuestros valores, nuestros
sentimientos más íntimos, entonces no podremos sentirnos bien con nosotros
mismos, y llegar a descubrir a ese “amante”, que pueden ser tantas cosas.
Algunas veces, es difícil reconocer qué es lo que nos
molesta, nos inquieta o no nos deja vivir plenamente, otras si bien lo vemos no
sabemos cómo salir de la situación que nos aqueja, porque nos sentimos como un
ovillo enredado, sin salida. Pero salida existe, quizás se requiera ayuda profesional, de un amigo o familiar, pero indudablemente de nosotros mismos, quienes
somos constructores de nuestro propio camino.Y esa relación de enamoramiento con lo que nos motiva, entusiasma, es la que nos da fuerza, nos ilumina, porque el amor es uno de los vocablos más utilizados y sentidos por el ser humano. La vida sin amor es como buscar agua en un pozo seco. San Agustín manifiesta que con amor todo es posible y dice: “Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor”
Si abrimos las puertas al amor, surgirán todos los
sentimientos sin excepción, nuestro corazón palpitará fuertemente, y despertaremos de ese letargo en el que
tantas veces caemos porque nos olvidamos que las cosas más sencillas y simples,
pueden estar cargadas y repletas de amor.
Finalmente, parafraseando a Bucay “No te empeñes en durar,
buscá tu amante, sé vos mismo también tu amante y un protagonista… de la vida”.