Si bien algunas veces podemos pararnos a pensar o analizar algunos acontecimientos de nuestra vida, es preciso que entendamos que no hay demasiado tiempo para quedarnos estancados en nuestras propias decisiones confusas y temblorosas, ni en nuestras dudas temerosas e insatisfechas. Cuando llegamos a respirar el aire renovador de la transformación, podemos sentir que nada es estático y que la valentía trae consigo las alas para trasmutar y elevar nuestro estado de conciencia.
Andrea Calvete